Nueva York contra el Deseo


Ya sé que esta elevada sobre tacones de cristal
y coronada con diademas de perlas la ciudad
Reconozco que la luna no se atreve aquí a brillar
tímida entre tantos neones que impelen a triunfar.

Pero no se que más tengo yo que ver en Nueva York
si sólo voy buscando el cielo de tus ojos lentos,
la risa brotando a carcajas, tu pelo de verano,
tu mano tierna paciendo en mi mano, labios varados
en tu aliento, vivir por un momento envenenado
de tu brisa, conocerte palmo a palmo, desatado.


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